En los últimos años, hemos sido testigos de una infinidad de cambios, desde cambios habituales por ejemplo el cambio en el mandato de un país, así también cambios más disruptivos como el uso de la tecnología en nuestro andar diario. Estamos de acuerdo que en ocasiones dependemos de nuestro móvil para recordarnos alguna cita, revisar la hora o anotar información importante, aunque seamos sinceros, es mucho más práctico tomar una fotografía y evitar tener que transcribir la información. Quedaron atrás esas épocas donde el maestro hacía anotaciones y cada quién tenía que transcribir de manera inmediata la información o sino la perdíamos para siempre.

Una forma de medir el cambio a través del tiempo es ver el valor de las compañías a nivel mundial. Durante el 2000, la empresa de más valor era Microsoft, una empresa que comenzaba a disruptir en el mundo con su sistema operativo que eventualmente todos conoceríamos a nivel mundial. Mientras que en la década del 2010,  la empresa de con mayor estimación era PetroChina y Exxon Mobil, empresas dedicadas al área de extracción de petróleo y sus derivados. En Abril del año pasado, las primeras cuatro empresas que están valuadas sobre los ochocientos mil millones de dólares y son Microsoft, Apple, Amazon y Google, empresas en el ámbito de la tecnología. Solo una de ellas ya había estado al frente en la últimas dos décadas, entretanto las otras tres se crearon durante ese periodo y los servicios que brindan, ya no son tangibles pero de igual manera están íntimamente relacionados con nuestro vida cotidiana. Estas empresas tecnológicas han tenido este ¡Boom! Debido a su adaptabilidad a las necesidades del mundo actual.

Debido a todos estos cambios, existe una corriente muy fuerte que trata acerca de la Agilidad, muchos se preguntarán ¿Por qué agilidad? Hoy en día el mundo es Volátil, Incierto, Cambiante y Ambigüo (V.U.C.A.) por sus siglas en inglés y para poder responder a estas modificaciones debemos ser agiles para tener la facilidad de adaptación al nuevo cambio. Pero ahora viene una cuestión muy importante: ¿Cómo le hago para cambiar? Para estas transformaciones de los últimos años se ha comenzado a compartir y expandir con mayor frecuencia modelos donde su finalidad es mostrar cómo podremos alcanzar dichos cambios, a razón que en ocasiones somos conscientes que debemos realizar algún cambio de manera personal o en algún hábito, pero no sabemos cómo comenzar.

Entre los modelos más comúnmente referidos se encuentran:

Esto solo ayuda a recordar que debemos adaptarnos a los cambios que el mundo van aconteciendo día a día, pero que mejor manera de adaptarnos al cambio, que entendiendo como podemos gestionar el cambio tanto para nosotros mismos como para los demás, pero no hay que olvidar la parte humana en cada uno. Si tenemos la fortuna de reinventarnos, podremos campartirle al resto del mundo el proceso para generar una transformación en ellos. Por eso lo ÚNICO Constante es el CAMBIO.

Autor

Lean Six Sigma Black Belt Jordi Castro León